Por Julio Meza Díaz
Alan inauguraba en Lima un Cristo gigantesco para bendecir a todo el Perú, mientras en Puno representantes de “las fuerzas del orden” guiados por funcionarios de su gobierno disparaban a quemarropa sobre ciudadanos peruanos[1]. “Hipócrita” le dicen a Alán los mesurados. “Gusano”, le dicen los radicales. Yo me sumo a los primeros. A los otros les pido respeto. Respeto por los gusanos, por supuesto.
Recordemos que los gusanos (y al hablar de ellos me refiero a los de tierra) son seres muy importantes para la salud orgánica y mineral de nuestros suelos.
Carlos González Amezúa, especialista en temas ecológicos, explica su importancia: “Engulle la tierra, aprovechando la materia orgánica y expulsando el resto. De esta manera, al cabo del año ha removido toneladas de tierra, oxigenándola y disgregándola, dejando el suelo en óptimas condiciones para el desarrollo de las raíces de nuestras plantas. Pero aún hace más. Cuando la tierra no es lo suficientemente rica como para servir de plato único, la lombriz se ocupa de arrastrar hasta sus galerías restos vegetales de la superficie, con lo que va enriqueciendo lentamente el terreno. Paulatinamente, el terreno se va llenando de lombrices y haciéndose cada vez más rico, hasta llegar a constituir el llamado “humus de lombriz”, un cotizadísimo fertilizante producido por unos parientes de nuestra entrañable lombriz de tierra”[2].
De otro lado, cabe señalar recientes descubrimientos científicos que revelan una propiedad de los gusanos hasta hace poco desconocida: limpian la tierra contaminada de desechos tóxicos.
El diario El Mundo de España resaltó en una nota del año 2008 un descubrimiento de investigadores de la Universidad de Reading, en el Reino Unido: “Las lombrices de tierra devoradoras de metal permiten ayudar a las plantas a limpiar los suelos de la contaminación.
Confirmando lo anterior, en un artículo de diciembre del año pasado, Antimio Cruz, periodista de ciencia y tecnología, reseña un estudio de científicos argentinos y venezolanos, en el cual se describe lo siguiente: “Cuando los científicos usaron directamente las lombrices para limpiar el suelo demostraron que, después de dos semanas, se redujo la concentración de arsénico entre 42 y 72 %, mientras que el mercurio fue removido entre 7.5 y 30.2 %. Este tipo de lombrices, que llega a vivir hasta 15 años pero muere si es expuesta al Sol, suele limpiar la tierra ya que la come mientras avanza y después excreta gran parte de esa tierra, pero limpia”[4].
No cabe duda, entonces, que los gusanos son importantes para nuestros suelos, en los cuales crecen los árboles que oxigenan nuestra atmósfera y, además, se cultivan los vegetales, tubérculos y demás plantan que alimentan y curan nuestros cuerpos.
De modo que… ¿cómo podemos llamarle gusano a Alán García? ¿Cómo podemos faltarles el respeto así a estos nobles seres?
No le digan gusano a Alan García. Para él hay otros epítetos más apropiado: hipócrita y etc., etc., etc…
[1] Inauguración del Cristo de Corcovado en Lima: http://www.youtube.com/watch?v=sa9XKuMojCw
Mientras se asesinaba en Puno: http://www.youtube.com/watch?v=1PSs73X70aY&feature=youtu.be
[2] http://www.proyectoverde.com/lombriz
[3] http://www.elmundo.es/elmundo/2008/09/12/ciencia/1221222757.html
[4] http://www.scribd.com/doc/55423311/Utilizan-lombrices-para-eliminar-contaminacion-con-metales-toxicos
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