Por: Julio Meza Díaz
MED Comics es, quizás, la revista peruana de comics más pujante y continua de los últimos años. De mayo de 2009 hasta ahora, lleva publicado cinco números, los cuales exhiben las honestas ganas de Martín Espinoza(2) y su equipo de hacer historieta nacional y sacarla a la luz sin amedrentarse por la competencia extranjera.
MED Comics es, quizás, la revista peruana de comics más pujante y continua de los últimos años. De mayo de 2009 hasta ahora, lleva publicado cinco números, los cuales exhiben las honestas ganas de Martín Espinoza(2) y su equipo de hacer historieta nacional y sacarla a la luz sin amedrentarse por la competencia extranjera.
En MED Comics hay trabajos de todo tipo. En sus páginas encontramos desde plumas que apelan a un humor cínico pero inteligente, hasta elaborados artificios gráficos que desarrollan historias de venganza y desamor. Pero lo que prima como hilo vinculante entre cada uno de los números de MED es una búsqueda singular: la composición de un superhéroe peruano. Basados en los clásicos anglosajones, los dibujantes anhelan conseguir una figura que aglutine ciertos valores positivos de lo nacional, y que, dejando atrás la pasividad del ciudadano de a pie, haga justicia en un medio donde prima el caos y la inmoralidad.
Cabe preguntarnos: ¿ha logrado MED Comics hallar al superhéroe peruano? ¿Requerimos de un superhéroe?
Los Superhéroes en MED Comics
Al parecer La Chola Power es la punta de lanza del conjunto de superhéroes de MED. Su imagen aparece en cada uno de los números editados, e incluso fue objeto de un concurso público, el cual invitaba a los lectores a retratarla con libertad de trazo y temática. La Chola Power es una mujer joven de armas tomar. Con una anatomía exuberante (muy parecida a la de las cantantes o bailarinas de cumbia), tiene una fuerza sobrenatural, además de la capacidad de volar. Hasta ahora solo la hemos visto en una aventura: la batalla contra unos cerdos gigantescos y sucios. En el contexto de la propagación del virus AHN1, los autores de MED recurrieron al miedo colectivo y lo proyectaron en una guerra absurda, en la cual se luce La Chola Power (quien incluso resondra al Ministro de Salud Oscar Ugarte) pero se refuerza la idea equivocada de que es el cerdo en sí mismo el único responsable de la temida enfermedad. De modo que, si bien La Chola Power lucha en defensa de los peruanos más vulnerables, ostenta una grave desinformación, la que puede terminar siendo transmitida a sus lectores como un verdadero virus.
Condorman es un superhéroe interesante por su historia. Con guión y dibujo de James Becerra y Jhony Becerra, respectivamente; este superhéroe nace de la relación entre Teobaldo Da Vinci y un joven andino, dupla que retrata el tópico del maestro y el aprendiz. Da Vinci es un anciano genial que experimenta con energía eólica y es perseguido a muerte por los magnates del petróleo. El joven es un fornido trabajador que manifiesta un deseo sin límites por aprender sobre ciencias y letras. En una pelea contra sus enemigos, Da Vinci es asesinado con frialdad, pero el joven logra sobrevivir gracias a una de las máquinas de su maestro, convirtiéndose de este modo en Condorman: un superhéroe que está decidió a vengar la muerte de Da Vinci, aún cuando esto implique cruzar volando un océano.
Inkarri es otro superhéroe, pero, a diferencia del anterior, su virtud es más bien la técnica empleada en su dibujo. En una atmósfera tétrica, que representa a Lima como una ciudad en colapso por la contaminación y la violencia, Inkarri discurre entre sombras trazadas con vértigo y acomete sus actos de violencia salpicando de sangre los ojos del lector. Al igual que Condorman, Inkarri persigue la venganza, sin detenerse a reflexionar sobre la pequeña línea que separa la venganza de la justicia.
Según nuestro criterio, los demás superhéroes carecen de originalidad e interés. Tanto Kumax como H.A.N.A.N. son superhéroes inverosímiles que han sido elaborados a partir de lugares comunes. Kumax es poseído por un espíritu andino, el cual le regala poderes para luchar contra el mal. Y, aunque esto pudiera parecer atractivo, sus aventuras se narran con ingenuidad y, a ratos, empujan al aburrimiento. H.A.N.A.N. echa mano del viejo tópico de los humanoides rebeldes que enristran sus armas contra la humanidad. De más está decir que H.A.N.A.N. es el humanoide bueno, que a diferencia de sus pares, lucha por proteger la vida en el planeta.
Los superhéroes de MED Comics, entonces, recién empiezan a cobrar forma. Es probable que, a medida que vayan saliendo nuevos números de la revista, los autores adquieran el dominio de más recursos gráficos y, sobre todo, la capacidad de crear tramas envolventes que no permitan el bostezo del lector.
Los Héroes en MED
Son tal vez los héroes de MED Comics los personajes más atractivos. Entre ellos destaca, por ejemplo, Super Mamacha. Creación de Ricardo Orihuela Montesinos, Super Mamacha es una mujer sin poderes sobrenaturales, pero que, a fuerza de trabajar sin descanso (vende comida en un mercado), saca adelante a su familia, constituida solo por ella y sus hijos. Y esta última precisión es relevante, porque, en una sociedad expresamente machista, Super Mamacha no requiere de la figura masculina para dar de comer bien a sus hijos (se nutren de maca, quinua, maíz serrano y pan chancay) ni para, sobre todo, costear su educación, la cual es apreciada por muchos segmentos de nuestra sociedad como factor de movilidad socio económica. Pero Super Mamacha no solo es una heroína por lo ya descrito, sino también porque en las noches, junto a sus dos hijos mayores, protege el mercado de frutas de los ataques de rateros y fumones. Así, Super Mamacha cuida de los suyos y, además, del bienestar de su comunidad.
Son tal vez los héroes de MED Comics los personajes más atractivos. Entre ellos destaca, por ejemplo, Super Mamacha. Creación de Ricardo Orihuela Montesinos, Super Mamacha es una mujer sin poderes sobrenaturales, pero que, a fuerza de trabajar sin descanso (vende comida en un mercado), saca adelante a su familia, constituida solo por ella y sus hijos. Y esta última precisión es relevante, porque, en una sociedad expresamente machista, Super Mamacha no requiere de la figura masculina para dar de comer bien a sus hijos (se nutren de maca, quinua, maíz serrano y pan chancay) ni para, sobre todo, costear su educación, la cual es apreciada por muchos segmentos de nuestra sociedad como factor de movilidad socio económica. Pero Super Mamacha no solo es una heroína por lo ya descrito, sino también porque en las noches, junto a sus dos hijos mayores, protege el mercado de frutas de los ataques de rateros y fumones. Así, Super Mamacha cuida de los suyos y, además, del bienestar de su comunidad.
Guachy-Man es un héroe que despierta simpatía por las ocurrencias cómicas que le suceden en cada una de sus aventuras. Al igual que Super Mamacha, no tiene poderes fantásticos, pero sí una gran voluntad por luchar contra el mal. Su autor, Luis Morocho, pareciera ridiculizarlo, pero es ese aparente propósito lo que hace de Guachy-Man un personaje entrañable. Lo vemos, por ejemplo, recibir un carterazo en el rostro a modo de agradecimiento de parte de la señora a la cual ha salvado de un robo. El golpe, explica la señora, es porque Guachy-Man se demoró mucho en imponerse sobre el ladrón. Encontramos también a Guachy-Man bebiendo un emoliente y reflexionando sobre lo rápido que debe llegar al lugar donde lo requiriesen. En la viñeta siguiente, Guachy-Man toma una combi y soporta con estoicismo el lento tráfico vehicular de Lima.
Pero el héroe que, en nuestra opinión, maravilla por su estética propia, por sus historias desopilantes, por su transparencia emotiva y por su aporte renovador al comic peruano es Loco Perú. Creado por Jean Carlos Ríos, Loco Perú es, como su nombre lo indica, un loco peruano que vive entre los desperdicios callejeros y que, indignado por la inmoralidad de los poderosos, decide ser un superhéroe. Para lograr su propósito, analiza la imagen de los superhéroes clásicos y encuentra que todos mantienen dos constantes: usan capa y el calzoncillo fuera del pantalón. Así, Loco Perú se echa un trapo a sus espaldas y viste un calzoncillo sobre sus harapos. Por supuesto, Loco Perú no dispone de fuerzas sobrehumanas, pero es hábil para salir vencedor de sus combates contra el mal. Gracias a una soga, una polea y un puñado de muchachos, simula volar frente a un funcionario corrupto, logrando espantarlo y quitarle las pruebas de sus delitos. En una pelea contra unos maleantes, triunfa por un hecho azaroso: al tratar de hacer la patada famosa de Karate Kid I, introduce su pie en la boca del maleante, el cual se percata que el pie de Loco Perú ha pisado antes las heces de un perro. El maleante se aterra y huye pensando que será víctima de alguna enfermedad mortal.
Creemos entonces que son los héroes el plato fuerte de MED Comics. Sin necesidad de recurrir a lo fantástico (que en muchas ocasiones cae en lo inverosímil), los héroes reseñados atrapan al lector, le hacen brotar un ligera sonrisa y le invitan a poner en marcha su sentido crítico. Y ojo: estos logros no son nada fáciles de conseguir. De modo que celebrémoslos con alegría.
¿Requerimos un superhéroe como figura de ficción que reúna lo mejor del Perú? No lo sé. Consideramos que esta pregunta tendrá que ser resuelta con el tiempo, a lo largo de debates entre especialistas en el género. ¿En MED Comics han encontrado al Superhéroe peruano? Pensamos que sí. Pero no lo han creado con papel y tinta china. Son ellos mismos, todos los integrantes de MED Comics, los verdaderos Superhéroes. Pues en esta ciudad, en la que es monstruosamente difícil realizar alguna forma de arte alternativo o no tradicional como el comic, lo que están consiguiendo los miembros de MED Comics solo es propio de verdaderos superhéroes.
(1) Artículo publicado en el número 15, año 2010, de la revista PUCP de comics Tiralínea.
(2) Martín Espinoza es el director de MED Comics. Lo acompañan en la organización del la revista: Carlos Crisóstomo, Luis Morocho, José Díaz, Ítalo Edu, Ricardo Orihuela, José Miranda, entre otros.